La realización de un centro hospitalario plantea en primer lugar la cuestión de la relación del hombre con la medicina en los comienzos del siglo XXI. Como deja entrever el programa del edificio, la demanda de humanización del hospital debe ser considerada con mucha atención, en la medida en que la medicina contemporánea responde a una tecnicidad cada vez mayor. Diversas modalidades nos permiten reencontrar este equilibrio entre estos dos factores. La primera es la de responder a las demandas funcionales de un hospital moderno ofreciendo al cuerpo de médicos un útil eficaz y un lugar de trabajo de una calidad irreprochable. La segunda es la de la de ofrecer una gran atención a las personas que se encuentran hospitalizadas y de tener cuidado en no aislar el mundo del hospital del contexto de la ciudad o el de la naturaleza como en este caso. Una tercera modalidad consiste en buscar la coherencia de la evolución de un lugar hospitalario en el tiempo de su evolución. Por esto, es importante considerar la historia del lugar, de proponer una intervención que se inscriba con justicia en el entorno existente, y más tarde, reflexionar en la capacidad el proyecto de integrar futuras extensiones.