Edificio seleccionado en la primera fase de la X Bienal de Arquitectura española 2009

El edificio se ubica en una parcela en esquina en la periferia de la localidad de Turís, en el límite entre lo urbano y los campos de cultivo. Se trata de una de las primeras construcciones de una nueva extensión del núcleo rural, que alberga nueve viviendas, un local comercial en planta baja y aparcamiento en planta sótano.

Un elemento monolítico es propuesto en esta colonización del territorio, define la esquina de modo contundente y se asienta como pieza de referencia a futuras edificaciones en un lugar todavía por definir.

Se reinterpreta la arquitectura rural propia de la región, la solidez y pesadez de los muros de adode y cal. Los temas compositivos utilizados son el recorte de los huecos en fachada y los balcones que se adosan a la misma configurando su imagen.

La imagen exterior se libera de la rigidez programática mediante la disposición aleatoria de huecos de ventana y balcones. Se equilibra la verticalidad establecida por los primeros con la horizontalidad de los segundos.

Tanto los balcones como los vuelos sobre los huecos de ventana tienen la responsabilidad de la protección solar, pero además, la posición de los mismos en continuación con la superficie inferior del forjado potencia desde el interior de las viviendas la mirada hacia el paisaje.

Las viviendas de tres dormitorios se estratifican en las plantas superiores, aprovechando de la luz sur-este en las piezas principales con la gran dimensión vertical de sus ventanas. La escalera se adosa al patio interior; todo el frente común se construye en su totalidad con vidrio estructural y vanos practicables acristalados, otorgando así una fuente de luz natural a las circulaciones del edificio.

La construcción se pretende lo más sencilla posible, mediante la utilización del “saber hacer” local y el uso de materiales comunes y cotidianos. Se trabaja con estructura de hormigón, cerramientos y tabiques de ladrillo con los respectivos revestimientos continuos. Acabados más específicos son mármol Macael y madera en zonas comunes y, gres porcelánico en el interior de las viviendas.

En definitiva, se pretende dignificar la arquitectura de lo banal, de edificios como éste que no pretenden ser más que una pieza en la construcción de la ciudad.