Integración en el entorno

La propuesta de fachada para el nuevo edificio que sustituirá el actual Centro Sanitario Municipal de la Plaza de América se ha planteado siguiendo dos estratégias de proyecto fundamentales. En primer lugar conseguir la imagen del edificio como un elemento unitario que se manifieste en toda su escala, a fin de hacer frente al protagonismo inherente a su posición emblemática, esquina de manzana en el límite entre el ensanche protegido y el frente del cauce del río. Se emplean por tanto los mismos códigos linguísticos en la totalidad de las fachadas, pese a la especificidad y matización con que se trata cada una de ellas según su orientación y relación con los edificios colindantes.

Por otro lado se pretende intensificar el diálogo con el entorno protegido, no imitando estéticas de otros tiempos, sino extrayendo las reglas fundamentales que han intervenido en la formación del mismo y redactándolas con un lenguaje contemporáneo, así como utilizando materiales presentes en el lugar de un modo nuevo.

Composición

Dado el valor público de la fachada de este edificio se considera fundamental dotarle de un rostro bien estructurado. Según la tipología propia del Ensanche Protegido se ha organizado la fachada según una composición tripartita, basamento (planta baja y planta primera), cuerpo (plantas tipo de viviendas) y remate, constituido bien por una planta más en esquina con un tratamiento diferente al resto de niveles, o bien, por aleros que tejen relaciones de continuidad con los edificios colindantes.

Se estructura igualmente la fachada en su desarrollo longitudinal mediante cuerpos salientes, miradores a la calle, con un ritmo perfecto, 4,50-3,75-4,50m en la Avda. Navarro Reverter y 4,50-6,00-4,50 m en el Paseo de la Ciudadela, siendo en ambos casos el cuerpo de mirador de 4,50 m. Se modifica a tal fin la disposición de los miradores propuesta en los planos de distribución ofrecidos por Inmobiliaria Guadalmedina S.A, respetando en su integridad las distribuciones de viviendas, así como, el porcentaje de ancho de cuerpos salientes en relación a la longitud de cada fachada de un 60%, tal como es preceptivo en el Ensanche Protegido (art. 11 PG).

La esquina de la Plaza de América se resuelve con un tratamiento de vuelo específico que conecta los miradores de las fachadas que en ella confluyen, correspondientes a la Avda. Navarro Reverter y al Paseo de la Ciudadela.

El plano frontal de los miradores no se diseña paralelo la alineación a la fachada, quedan inclinados ligeramente respecto a ésta, respetando en todos los casos la longitud máxima de vuelo de 90 cms establecida en el PG (art. 11). Dicha inclinación varía a medida que se desarrolla el edificio en vertical, introduciendo un componente de dinamismo en la composición, y un efecto de vibración en la fachada dado el diferente grado iluminación al que estarán sometidos los paramentos según su respectiva exposición solar.

La componente de movimiento en fachada se acentúa con el sistema propuesto de elementos de protección solar correderos tanto en los miradores como en el plano de fachada, que van añadiendo una vibración y movilidad según el uso que se vaya haciendo de cada elemento del programa. Se conjugan en fachada piezas fijas y móviles, jugando en el interior con aberturas de luz, tamizando la luz y el ruido de la calle.

Los miradores se plantean con intención de continuidad respecto al plano de fachada, por ello se establece un submódulo, unidad de contrucción de 75 cms para la totalidad del perímetro de fachada , la materialización es igualmente complementaria en ambos casos.

Materialización de la fachada

Los cuatro materiales utilizados son los tradicionales: piedra, hierro en los balcones, lamas de aluminio (lacado simulando cobre) y vidrieras.

El cerramiento exterior se organiza de en cuatro pieles, que ocupan 40 cm de espesor:
- Una piel acristalada al interior con un modulado de 0,75 de ancho y 2,80 m de altura . Dicho módulo será sustituida por un elemento macizo de chapa metálica de aluminio tipo panel sandwich, trasdosado con una placa de pladur en caso de encontrar una partición.
- Unos porticones, protección solar, de listones de aluminio lacado tipo oxicobre deslizando por guías, que aseguran en el cuerpo del mirador un acristalamiento total superior a los 2/3 de la superficie en cada uno de sus paramentos verticales (art. 5.49 del PG).
- Una barandilla corrida con pletinas delgadas de acero
- Unos marcos que soportan piedras de cuarcita colocadas en lamas horizontales de 75 X 29 cm con aberturas de 4 cm que coinciden con la parte no ocupadas por los porticones.

Las grandes aberturas de planta baja se abren a la calle dando una visión urbana de transparencia hacia el interior, solucionando el acceso al aparcamiento, a al vestíbulo de entrada.